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Calle de Puertomingalvo |
Salimos de Rubielos de Mora poco
antes de la una de la tarde y en escasamente una hora recorrimos los cuarenta y
dos kilómetros que separan esta población de Puertomingalvo. La carretera se
iba estrechando por momentos, aunque la belleza y lo agreste del paisaje iban
en aumento, sobre todo en la zona cercana a Linares de Mora. Fue el último tramo
de carretera el de peor asfalto y mayor estrechez en el firme. No obstante, la
ventaja de ver la atalaya del castillo desde la lejanía hizo que el viaje
resultara menos dificultoso. Aparcamos el coche al inicio de la calle Arrabal,
prácticamente a la sombre del elevado castillo. Como sabíamos que la visita a
la localidad iba a ser rápida dado el escaso número de edificios que atrajeran
nuestro interés, aunque sí teníamos claro que lo que pretendíamos era hacernos
una idea global del pueblo, con su entramado de calles y casas solariegas.
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Portal de San Antón |
Bajamos del coche y nos dirigimos al interior del recinto amurallado que todavía
conserva. Para ello, atravesamos el Portal
Alto o de San Antón, construido en el siglo XIV, y que constituye un
ejemplo de torre-puerta que, en la actualidad, ha perdido buena parte de su
altura original desde que la protegía una de las más importantes vías de
entrada a la localidad. En su aspecto exterior, es especialmente destacable el
contraste entre el señorial arco de entrada, que da a las afueras de la
población, y un arco muy rebajado, de apariencia menos monumental, de su cara
intramuros. El elemento de mayor interés de su pasadizo es una pieza gótica
compuesta por una repisa y un dosel finamente labrados que dan cobijo a una
moderna figura de San Antón. Pegado a este portal se encuentra un gran edificio
con una magnifica portada. Se trata del antiguo Hospital de Pobres que no fue propiamente un hospital con
el significado que
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Ayuntamiento |
recibe hoy en día esa palabra. Antiguamente, un hospital era
más bien una institución de titularidad religiosa o, a veces municipal, que
servía de refugio provisional a caminantes, mendigos y peregrinos. Justo al lado
de este edificio nos encontramos a una señora con la que estuvimos charlando un
rato. Según nos dijo, el pueblo no supera los ochenta habitantes en los crudos
meses de invierno, número que se ve aumentado significativamente en los meses
estivales en los que muchos habitantes que han emigrado a otras zonas, regresan
a sus antiguos hogares; y, sobre todo, los fines de semana, más en verano que
en invierno, en los que acuden, en palabras de la señora, “auténticos enjambres
de turistas en autobuses” que distorsionan la paz y tranquilidad de la población
residente. Aprovechamos también la ocasión para preguntarle por algún local
donde pudiéramos tomar algún tentempié y nos recomendó el único que estaba
abierto en aquellos momentos, “Entre Portales”, ya que al ser lunes, el otro
restaurante del pueblo
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Casa Llorens |
se encontraba cerrado. Enfilamos calle abajo hasta
llegar a la Casa Llorens, una de las casas palaciegas más
impresionantes y mejor conservadas de Puertomingalvo. Su fecha de construcción,
entre los siglos XVI y XVII, la sitúa a caballo entre la sobriedad y elegancia
renacentistas, presentes en su sencilla fachada y la recargada decoración del
barroco, tal y como puede apreciarse en su alero labrado de madera, su
interesante rejería y, sobre todo, su escudo nobiliario encastado sobre el arco
de entrada. Otro elemento de oscuro significado es el tirador faliforme
que al parecer podría constituir una
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Tirador faliforme |
reminiscencia de los ancestrales cultos a
la fertilidad presentes en las sociedades de carácter agrícola. Nosotros habíamos
recabado información acerca de este curioso llamador de la puerta y habíamos
visto alguna foto que otra por lo que fácilmente nos dimos cuenta que el famoso
tirador había sido sustituido por otro similar pero de fabricación más
reciente. Continuamos en dirección al AYUNTAMIENTO, magnífico
palacio gótico-renacentista de dos plantas construido con sillería y abierto al
exterior mediante ajimeces elegantes de arquitos trebolados con fina columna
mainel. La sala superior del palacio es
llamada Sala de la Villa y es un
amplio espacio rectangular cubierto con madera y dos columnas ochavadas. En las
dependencias de la viejas mazmorras de este ayuntamiento se ha habilitado un
interesante Centro de Interpretación de Castillos del Maestrazgo, con la
maqueta del castillo y numerosos paneles explicativos de la historia de estas
fortificaciones. Y haciendo esquina con la Casa Consistorial contemplamos el
conocido HOSPICIO POMA o sede de la Fundación
SANta María de Gracia, edificios ambos que conforman una placita con
un encanto superior. Este Hospicio fue fundado durante la primera mitad del
siglo XV, gracias a la generosidad de don Pedro Poma y doña
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Hospicio Poma |
Margarita Nadal,
eminentes vecinos de la población, que, al estar faltos de hijo varón que
perpetuase su apellido, decidieron dejar un capítulo sustancial de sus bienes
para la creación y mantenimiento del citado establecimiento benéfico. La institución
desarrolló activamente su cometido hasta 1936, año en que el edificio fue
abandonado y empezó a desmoronarse. Y no es hasta 1978 cuando comienzan las
obras de restauración hasta dejarlo tal y como lo vemos hoy en día.
Ya camino del restaurante -eran
las dos y media pasadas- nos detuvimos un momento a contemplar un portillo de
la muralla denominado El Portalico, una sencilla construcción y pequeño tamaño
de los siglos XII y XIII. “Entre Portales” se encuentra situado en la
calle Baja, casi al otro extremo de donde teníamos
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"Entre Portales" ¡Medio bocadillo! |
aparcado el coche. Como ya
hemos dicho en otros viajes de este blog, no me gusta comer contundentemente
cuando tengo que volver a coger el coche y conducir; prefiero comer alguna tapa
ligera o algún bocadillo con una cerveza ya que este tipo de comida me da menos
pereza y sueño conduciendo. Así que entramos en el local, bajamos las escaleras
y nos encontramos con una barra en ángulo que atendía una chica; a nuestra
izquierda se abría un amplio comedor con numerosas mesas que en su mayoría
estaban ocupadas; y enfrente había otro espacio amplio donde destacaban por
encima de todo una chimenea apagada y un sofá con un abuelo sentado viendo la
televisión. A través de la ventana, el agreste paisaje que rodeaba el pueblo se
nos colaba dentro casi sin querer. Pedimos unas cervezas que nos sirvieron
acompañadas de aceitunas, y unos medios bocadillos de lomo en un pan riquísimo
¡Menos mal que pedimos medios bocadillos porque si los llegamos a pedir enteros
estamos comiendo todavía! Cuando acabamos, yo pedí un café con leche para
espabilarme un poco y pedimos la cuenta: doce euros por todo.
Nos levantamos y salimos a la
calle con parsimonia, disfrutando del conjunto de casonas de piedra en calles
empedradas que nos hacían creer que habíamos viajado en el tiempo a siglos
pasados. Desde allí
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Iglesia de San Blas. Portada |
nos dirigimos hacia la IGLESIA
DE LA PURIFICACIÓN Y SAN BLAS, un enorme
templo del periodo barroco, compuesto por tres anchas naves de igual altura, de
la llamada tipología de iglesia-salón. La portada es el elemento de mayor valor
artístico en la visión exterior del edificio y constituye un claro ejemplo de
las portadas barrocas de este periodo. La torre, edificada en piedra de
cantería, al contrario que el resto de la iglesia, está fechada en el año 1739.
La iglesia estaba cerrada porque están llevando a cabo tanto en su exterior
como en su interior obras de consolidación y restauración de la misma. Y desde
allí, callejeando nos dirigimos hacia el CASTILLO
del que ya se tienen noticias a principios del siglo XIII. Abandonado durante siglos, el patio de armas fue utilizado como
cementerio hasta que se iniciaron las obras de rehabilitación a finales de la década
de los ochenta. La fortaleza, de reducidas dimensiones, se alza sobre un
saliente rocoso calcáreo emplazado en el extremo occidental de la población. Actualmente
conserva parte de su fisonomía original en bastante buen estado, aunque se
hayan perdido los remates almenados. El patio de armas ha sido
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Castillo |
acondicionado
recientemente; con la incorporación de un escenario emplazado ante la puerta de
la torre del Homenaje para que la población puede disfrutar de todo tipo de
espectáculos.
Y
visitado el castillo nos encaminamos de nuevo al coche para continuar las
visitas que teníamos planificadas y que aún nos quedaban por realizar: Cantavieja
y Mirambel.
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