San Martín de Tours |
Logroño nos detuvimos a estirar un poco las piernas y a repostar en un área de servicio en La Calahorra. Y esa fue la última parada hasta llegar a Frómista, que pasa por ser una de las emblemáticas localidades del Camino de Santiago. La villa atesora, además de numerosas muestras de arte religioso, un impresionante conjunto de esclusas, pertenecientes al Canal de Castilla y encargadas antaño de abrir y cerrar las corrientes de agua, con el fin de facilitar el tránsito de las barcazas en los desniveles del terreno.
Faltaba
poco para las una de la tarde cuando aparcamos el coche junto a la IGLESIA
DE SAN MARTÍN DE TOURS. Habíamos leído que estaba abierta al público hasta
las dos de la tarde por lo que íbamos bien de tiempo. Esta es una iglesia
románica del siglo XI, que la manda construir Doña Mayor de Castilla y se
estaba
edificando en el año 1066. A lo largo de los tiempos se añaden al templo
algunas capillas, sacristías, torre campanario sobre el actual cimborrio, etc.,
añadidos que son eliminados en la restauración que se lleva a cabo a principios
del siglo XX. Existe en la iglesia una maqueta de esas fechas que nos muestra
tal y como estaba la iglesia antes de la reforma. En el exterior, la cabecera
está formada por un gran ábside central y dos laterales de menor tamaño,
destacando sobre todo su cimborrio, tanto por su verticalidad como por su forma
octogonal. Las tres portadas de la iglesia muestran una gran sobriedad, casi
carente de decoración. Por último, del exterior destacan las torres cilíndricas
de los pies, elemento algo extraño en el románico, pero no exclusivo de San
Martín. El interior nos muestra un templo con planta de cruz latina, de tres
naves -la central más alta que las laterales- cubiertas con bóveda de cañón. Sobre
el crucero se levanta un cimborrio octogonal y sobre éste una cúpula. Abunda en
esta iglesia como principal elemento decorativo el llamado taqueado jaqués
que recorre todo el edificio a diferentes alturas, aunque también destacan
sobre manera los capiteles de elementos vegetales y humanos y los canecillos
que rodean exteriormente el templo. Pues bien, nuestra intención era permanecer
un buen rato disfrutando con tranquilidad esta iglesia. Pero mira por donde, el
portero que nos vendió las entradas -dos euros por cabeza- nos animó una y otra
vez a visitar
la iglesia de Santa María del Castillo donde se proyectaba un
documental llamado Vestigia, Leyenda Del Camino, proyectado sobre las
paredes de la iglesia. Nos ofreció una entrada conjunta a los dos recintos, San
Martín y Santa María, con precio reducido -siete euros la visita de las dos
iglesias y nosotros, que objetamos que no nos daría tiempo en ver el documental
y volver a San Martín para seguir visitándola. No dijo que no había problema,
que, si era necesario, él se quedaría con nosotros unos minutos más allá de la
hora de cierre. Total, que al final nos convenció y allá que traspusimos a toda
prisa a la IGLESIA DE NUESTRA SEÑORA DEL CASTILLO. El templo está
construido en el solar que durante la Edad Media ocupaba un castillo. Cuenta la
tradición que uno de los Señores de la villa, a causa de la mala conciencia que
tenía por el duro trato que había dado a sus vasallos, en el momento de su
muerte mandó derruirlo y construir una iglesia en su lugar con la misma piedra
de la fortaleza. Se trata de un edificio de traza gótica, formado por tres
naves separadas por pilares y cerrado con bóveda de crucería. Tanto la torre
como la portada son de estilo renacentista. Al llegar nos encontramos con un
grupo de ocho personas que estaban esperando para ver el documental. Tras un
rato de charla distendida con el guía y el grupo, entramos en el templo, que ha
sido desacralizado para albergar el
Museo Vestigia, Leyenda del Camino, un
montaje multimedia sobre el Camino de Santiago. El mismo supone adentrarse en
la historia y los orígenes de Frómista, en el marco incomparable de la iglesia.
El montaje, durante la media hora aproximadamente que duró, resultó muy
didáctico ya que sobre las vacías paredes se iban proyectando diferentes
episodios históricos relacionados con Frómista. Mención especial se hacía a San
Telmo, nacido en este pueblo, patrón de los marineros, y enterrado en Tui,
ciudad gallega con la que Frómista se encuentra hermanda. Al finalizar, y tras
una rápida despedida, galopamos en dirección a San Martín donde llegamos a las
dos menos cinco. Al vernos llegar el portero nos preguntó que por qué habíamos
tardado tanto a lo que le respondimos que la proyección empezó más tarde de lo
programado. Ya se le había olvidado lo que quedarse unos minutos más con
nosotros tras la hora del cierre y ahora nos proponía -y llegó a firmar una de
las entradas al templo- una visita gratis en horario de tarde y dos audioguías
gratis. Pero claro, la iglesia volvía a abrir a las cuatro de la tarde y a
nosotros ese horario nos venía muy mal porque a esa hora debíamos estar en
Carrión de los Condes. Así que, con más prisa que otra cosa, recorrimos el
interior del templo y sacamos algunas fotos antes de vernos en la calle. Para
consolarnos, nos dedicamos tranquilamente a ver todas las fachadas del templo
mientras digeríamos el mal gusto que nos había quedado. Finalizada esta visita
nos encaminamos a la PIEDRA DEL MILAGRO, que está situada delante de la
que fue la casa de Pedro Fernández de Teresa, cristiano viejo que allá por el
año 1453, según reza la inscripción de dicha piedra, pidió dinero prestado a un
judío que en la villa vivía; sin embargo, no pudo devolver el préstamo en el
plazo indicado y, por ello, el judío denunció al cristiano ante la autoridad
eclesiástica y ésta excomulgó al bueno de Pedro. Cuando el cristiano se vio en
esta situación, devolvió el dinero al judío, pero tranquilo con que ello era
suficiente para levantar el castigo religioso, olvidó comunicar dicho pago para
que le fuese
levantada la excomunión. Poco tiempo después, Pedro Fernández cae
enfermo de gravedad y en mal estado debió de encontrarse, pues pidió confesión
y comunión. A su domicilio se trasladó el sacerdote y tomó confesión del
cristiano, efectuada la cual se procedió a darle la comunión. Sin embargo,
misteriosamente y sin explicación alguna, la Sagrada Forma que le iba a ser
administrada al cristiano se quedó pegada a la patena sin que hubiera forma, ni
divina ni humana, de que fuera despegada de allí. Extrañado ante lo anómalo de
la situación, el cura pidió al cristiano que reflexionase a ver si se había
olvidado confesar algo. El caso es que el cristiano recordó todo el asunto del
préstamo y la excomunión y que no había levantado ésta tras pagar el préstamo,
lo cual fue comprobado por el sacerdote y levantada la excomunión se le pudo
administrar la comunión, aunque con otra Forma, pues la primera jamás pudo despegarse
de la patena.
San Martín de Tours. Ábsides |
San Martín de Tours. Altar mayor |
Santa María del Castillo |
Piedra del Milagro |
Desde
aquí volvimos sobre nuestros pasos, hacia la calle Arquitecto Aníbal y allí nos
sentamos en la terraza del Bar El Manchego donde
dimos buena cuenta de dos
raciones de torreznos y unos pinchos de tortilla española, acompañado todo por
unas cervezas muy frías que nos ayudaron a olvidar el pequeño incidente de
nuestra visita a San Martín de Tours. Finalizado el refrigerio, abonamos
catorce euros por todo y nos dirigimos al coche con intención de llegar pronto
a Carrión de los Condes y descansar un rato antes de iniciar la visita a esta
magnífica población. Eso sí, antes de abandonar Frómista decidimos pasar por
delante de la IGLESIA DE SAN PEDRO, actual parroquia de Frómista. Es de
estilo gótico, aunque su portada es renacentista y en sus dependencias se
encuentra un museo interesante donde se pueden ver la patena del Milagro y el
retablo de Santa María del Castillo.
Una tapita de torreznos |
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