CANTAVIEJA Y SU PLAZA MAYOR

Rincón de Cantavieja

Tras la visita a Puertomingalvo, enfilamos en dirección a Cantavieja, capital histórica del Maestrazgo, pasadas las tres de la tarde. Tras un breve recorrido en el que fuimos mejorando poco a poco el firme de la carretera, en menos de una hora recorrimos los escasos cuarenta kilómetros que nos separaban de Cantavieja. Habíamos leído bastante acerca de esta población, con poco más de setecientos habitantes, cuyo conjunto histórico es uno de los más hermosos de la provincia, abundando tanto los monumentos religiosos como civiles. Las vistas del pueblo son engañosas pues la carretera por la que llegamos nosotros, la A-227, marca un trayecto continuo en bajada, sin grandes desniveles del terreno; sin embargo, cuando nos dirigimos más tarde en dirección a Mirambel nos dimos cuenta de que Cantavieja está asentado sobre un escarpado peñón. Una ubicación agreste, como tantas otras zonas del Maestrazgo donde se encuentra y donde se eleva a 1.200 metros sobre el nivel del mar, mostrando al viajero unas vistas preciosas del enclave. 



Aparcamos en un costado de la Plaza de España, espacio amplio y

Plaza de España. Fuente y frontón

llano en cuyo centro se ubica una hermosa fuente de piedra. Nos llamó la atención la existencia frontón para jugar a la pelota en un lateral de la plaza. Todo el núcleo antiguo de la población está excelentemente conservado, guardando una magnífica proporcionalidad las antiguas casonas, el empedrado de las calles y los edificios civiles y militares que conserva. También pudimos observar con curiosidad, y cierta envidia pensando en nuestro pueblo, que cada cierta distancia, siempre en lugares estratégicos, el Ayuntamiento ha ido colocando una serie de fotografías de gran tamaño, casi todas de principios y mediados del siglo pasado, para que el vecino y el visitante foráneo pueda comparar lo que había y lo que hay en la actualidad, cómo era el pueblo en el pasado y lo que hemos sido capaces de conservar. ¡Muy buena idea y nuestra enhorabuena para la Casa Consistorial por llevarla a cabo! Antes de nada, tenemos que afirmar que Cantavieja conserva una Plaza Mayor, medieval en su totalidad, que puede ser considerada, dentro de las características de la población, como una de las más bonitas no solo de España sino de Europa, y que solo por verla merece ya la pena el viaje. ¡Una auténtica preciosidad! Y así nos adentramos en el casco antiguo por la calle Mayor hasta llegar a

Plaza Mayor o de Cristo Rey

la PLAZA MAYOR, también llamada de Cristo Rey, donde destacan sobremanera tres edificios por encima de todo el resto. La plaza es todo un conjunto arquitectónico de forma rectangular. Porticada en tres de sus lados, cada uno de ellos con su propio estilo y dimensiones. Está compuesta por arcos ojivales donde se sitúa la Iglesia de la Asunción, el Ayuntamiento al frente compuesto por seis arcos de medio punto y, a continuación del Ayuntamiento, una casa noble, la antigua casa de la Baylia o casa del comendador. Y por último cerrando la plaza, la vivienda de la familia Zurita, actualmente residencia del párroco de la localidad. A lo largo de todo

Iglesia de la Asunción. Torre

el conjunto se pueden apreciar las marcas de cantero.

La IGLESIA DE LA ASUNCIÓN DE NUESTRA SEÑORA es una de las Iglesias más grandes de la provincia de Teruel y está compuesta por tres naves, la central es de medio cañón y las naves laterales son bóveda de arista. Aunque se encuentra porticada por una serie de arcos ojivales, las trazas actuales de su interior corresponden a mediados del siglo XVIII. Y se hizo de este tamaño porque, según el pensamiento de la época, el mayor prestigio de una población se obtenía no solo con una Iglesia grande sino albergando algún Santo en su interior. Por ello se construyeron más de una veintena de capillas como lugar de enterramiento de las familias nobles. La torre campanario, que permite el paso de personas y vehículos por arco abierto que presenta, es una construcción de 1612, y en ella tenía su residencia el campanero hasta 1970. El AYUNTAMIENTO es un edificio del siglo XVI de innegable estética gótica, adosado a la iglesia de la localidad –también gótica pero de construcción previa– con fábrica de mampostería y sillería. Es reconocible por el gran escudo de Cantavieja que luce en fachada junto al tópico latino que reza: “¡Esta casa: Odia la Maldad, Ama la Paz, Castiga los crímenes, Conserva los Derechos y Hora a los Honestos!”. Destacan los cuatro arcos de medio punto de su acceso y las ventanas góticas, cada una con dos esbeltas columnas, convertidas en balcones con rejas de forja. La

Ayuntamiento

parte posterior del edificio se abre directamente a la muralla y ofrece un magnífico mirador del escarpado terreno donde se asienta el pueblo. El Ayuntamiento presenta, para nosotros, una de las fachadas más bonitas que hemos visto en mucho tiempo y en numerosos lugares, por un lado, por su sencillez y, por otro, por su simetría. Y a la derecha de este, nos encontramos con la CASA DE LA BAYLIA, antigua vivienda del Comendador de la villa construida en mampostería y sillería vista en sus elementos estructurales. En la planta baja presenta un espacio abovedado de plementería vista con arcos apuntados sobre zapatas de piedra. Y a continuación de esta, vemos una vivienda perteneciente a la familia ZURITA, en la que actualmente vive el párroco de la iglesia. El conjunto de la plaza en su totalidad es majestuoso y digno de visitarse.

Castillo templario

Y desde aquí nos dirigimos a visitar el CASTILLO TEMPLARIO, construido en el siglo XIII pero muy modificado en siglos posteriores. El complejo está situado en uno de los extremos de la localidad con excelentes vistas sobre el corredor del río Cantavieja que conduce hasta Mirambel. Su planta es similar a la de un triángulo alargado y cuenta en la actualidad con un amplio patio. Presenta varios lienzos de mampostería y una gran torre de planta circular del siglo XIX, hecha en ladrillo, emplazada en uno de los extremos que es en la actualidad la ERMITA DEL CALVARIO, nombre con el que se le conoce al castillo. Y desde allí, enfilamos la calle San Miguel en busca del templo del mismo nombre. La IGLESIA DE SAN MIGUEL, ejemplo precioso del gótico levantino del siglo XV, tiene una única nave cubierta con bóveda apuntada y ábside pentagonal con numerosas marcas de cantero en sus piedras. Llama la atención el atrio de su portada, abierto con tres arcos apuntados y a un metro por debajo del nivel de la calle, que recuerda su semejanza con el atrio porticado de la Asunción de

Iglesia de San Miguel

Nuestra Señora. En su interior se puede visitar el magnífico sepulcro de alabastro guardado por cuatro leones y escoltado por una procesión de monjes, ángeles y obispos, donde descansó el cuerpo de Gonzalo de Funes hasta que fue profanado al usarse la iglesia como almacén de armas en la primera guerra carlista. No hay que perderse las impresionantes vistas desde el mirador, en el lateral de la iglesia. Y desde aquí, nos dirigimos de nuevo hacia la plaza de España para coger el coche y visitar el último lugar que teníamos planificado para este día: Mirambel.