viernes, 31 de marzo de 2017

MONDOÑEDO, CUNQUEIRO Y SU CATEDRAL

Volvimos a madrugar un día más y ya iban… La mañana amaneció gris y con algo de neblina, esparciendo su tristeza por toda la plaza que se abría a nuestros pies desde el balcón del hotel. Nuestro plan para hoy era visitar Lugo, donde dormiríamos en el Hotel España, situado frente a la muralla romana lucense. Pero habíamos decidido hacer un alto en Mondoñedo, población con algo más de 3.500 habitantes, pero con un riquísimo pasado. Recogimos la habitación, bajamos las maletas que guardamos en el coche que estaba aparcado frente a nuestra habitación, y nos metimos en la cafetería del hotel Linares para desayunar antes de iniciar el viaje. Pedimos una ración de churros, media tostada, una infusión y un café con leche, por lo que pagamos algo menos de cinco euros. Finalizado el desayuno nos dirigimos al coche dispuestos a recorrer los escasos cuarenta kilómetros de autovía que nos separaban de la sede episcopal de Mondoñedo. Callejeamos un poco con el coche para poder aparcar lo más cerca posible del centro histórico de la villa. Encontramos un sitio para dejar el coche en el aparcamiento público al aire libre situado frente al Seminario a las nueve y media de la mañana. Si en Ribadeo el día había comenzado gris y frío, en Mondoñedo, continuaba la misma tónica, con un ligero aumento del frío. Nos pertrechamos con nuestros anoraks bien abrochados y nos dispusimos a iniciar la visita turística.


Lo primero que teníamos frente a nosotros era el espectacular SEMINARIO DE SANTA CATALINA, cuya fisonomía actual procede de mediados del siglo XX, cuando se duplica su capacidad, al construirse un nuevo pabellón para la intendencia del seminario, un nuevo claustro y una gran capilla. Inicialmente, el primer Seminario mindoniense –gentilicio de la localidad– se ubicó en un lugar distinto al actual. El que ahora podemos contemplar inicia sus obras en las últimas décadas del siglo XVIII contando con un único claustro con planta baja y primer piso. A lo largo del siglo XIX sufre diversos avatares, siendo ocupado en varias ocasiones por los militares como cuartel general. En la actualidad, parte del edificio funciona como alojamiento. Desde aquí nos dirigimos a la cercana FONTE VELLA, que vino a sustituir a una anterior que no se consideraba adecuada para abastecer a la población existente. La nueva construcción se finaliza a mediados del siglo XVI, tal como indica la inscripción fundacional. La fuente conserva su estado original bajo un arco abocinado con un pequeño espacio a su alrededor al que se accedía a través de una escalera construida en grada. Coronando la parte superior figura un escudo imperial de Carlos I en el centro. Subimos la ligera pendiente de la rúa da Fonte hasta llegar a la praza da Catedral, un amplio rectángulo presidido para la extraordinaria fachada de la catedral de la villa, que mira orgullosa a la primorosa hilera de casas situadas enfrente, entre las que se encuentra la Casa Museo de Álvaro Cunqueiro, prolífico escritor nacido en Mondoñedo. Ni que decir tiene que la CATEDRAL DE LA ASUNCIÓN es su monumento principal que, si en algo destaca, es por su proporcionalidad y por su amalgama de estilos arquitectónicos que se dan cita en ella a lo largo de los siglos. Pagamos diez euros por dos entradas reducidas. Se compone de tres grandes ojivas que se corresponden con las tres naves interiores. En la ojiva central se presenta un magnífico rosetón del siglo XIII de cinco metros de diámetro con vidrieras policromadas. Bajo éste, pudimos contemplar una muestra de su estilo románico inicial en su portada principal, formada por tres arquivoltas que sostienen a cada lado tres delgadas columnas rematadas con capiteles labrados. El tímpano liso se decoró con pinturas al fresco en el siglo XVIII. La fachada está flanqueada por dos imponentes torres barrocas de tres cuerpos. Respecto a su interior, el templo actual es un edificio de tres naves, con bóveda de crucería sobre arcos apuntados. Posee varios estilos fruto de ampliaciones y reformas a lo largo del tiempo. Son también muy interesantes las pinturas góticas que se encuentran bajo los órganos de finales del siglo XV o principios del XVI. En la parte derecha se narra la escena de la Degollación de los Niños Inocentes. En la Capilla Mayor se encuentra el grandioso retablo rococó que presenta un magnífico y rico estofado. También destacan las excelentes capillas que circundan la girola del templo, principalmente las dedicadas al Ecce Homo y a la Inmaculada. Finalizada la visita que nos había dejado un excelente sabor de boca, ya en el exterior del templo, nos dirigimos para ver con más detalle el PALACIO EPISCOPAL que fue residencia de los obispos mindonienses desde que se constituyera como sede de la Diócesis. Es un edificio anexo a la Catedral que se comienza a construir junto con esta, aunque de este palacio queda poco de la edificación primitiva tras el incendio que lo devastó a comienzos del siglo XVI. Será en el siglo XVIII cuando el palacio cambie totalmente su cara con dos grandes reformas llevadas a cabo en este siglo: la primera en la que se restaura toda la parte del palacio que da a la plaza; y la segunda, la ampliación de sus dependencias llegando estas hasta la Fonte Vella. El actual palacio cuenta con una bellísima balconada acristalada que da a la praza da Catedral y un magnífico y opulento escudo nobiliario presidiendo su fachada. Seguimos en la plaza viendo la CASA MUSEO DE ÁLVARO CUNQUEIRO, situada frente a la fachada principal de la catedral. En ella se recogen objetos personales –la cama, su biblioteca, su máquina de escribir…– de este conocido escritor gallego nacido en la villa, con un fuerte carácter polifacético de novela, ensayo, poesía, teatro, artículos periodísticos, tanto en gallego como en castellano. En otro lateral de la plaza se encuentra una ESTATUA DE ÁLVARO CUNQUEIRO, que lo muestra sentado, con una actitud serena mirando fijamente la hermosa catedral que tiene enfrente. Muy cerca de la estatua, haciendo esquina con la plaza podemos ver el edificio del CONCELLO VELLO, antiguo ayuntamiento que funciona hoy en día como Biblioteca y Oficina de Turismo. Construido a mediados del siglo XVI en el solar de dos antiguas casas que habían ardido con anterioridad. Años más tarde se instala el escudo imperial que figura en la fachada que da a la plaza. Finalmente, se le añadiría el balcón de hierro forjado en el siglo XVIII. Desde aquí, comenzamos a subir la rúa Progreso para dirigirnos hacia la praza do Concello, lugar donde se ubica el actual CONCELLO de la ciudad, en un antiguo palacio de mediados del siglo XVIII. El edifico presenta una planta cuadrangular con tres fachadas de piedra de granito donde podemos encontrar dos escudos: un escudo Real y el escudo de la Ciudad. Muy cerca se encuentra la IGREXA NOVA DE SANTIAGO, inaugurada con el comienzo del siglo XX. Es de estilo neogótico. Fue la última gran construcción eclesiástica y, por ese hecho, se conoce en Mondoñedo como la “Iglesia Nueva”. Poco después de las once de la mañana volvíamos de nuevo al coche para continuar viaje a Lugo, donde dormiríamos esa noche.

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