miércoles, 25 de octubre de 2017

LA PARROQUIA DE ALDÁN Y EL CRUCEIRO DE HÍO

Aldán. Iglesia de San Cibrán
Después de comer opíparamente en el puerto pesquero de la isla de Arosa, pusimos dirección a el concello de Cangas, donde íbamos a visitar el afamado Cruceiro de Hío y el entorno monumental en el que se encuentra. Llegamos a la parroquia de Aldán en torno a las cinco y media de la tarde. Nada más llegar nos dirigimos a una cafetería que había a pie de carretera llamada Iglesias Café, en el barrio de San Cibrán. Allí nos sentamos en la amplia terraza del establecimiento y pedimos un sendos cafés –el mío con leche y el de Concha con hielo– que nos sirvieron con prontitud acompañados de dos trozos de un bizcocho exquisito y esponjoso que comimos con fruición. Finalizado el café nos dirigimos a visitar el PAZO TORRE DE ALDÁN CONDE DE CANALEJAS es un palacete-castillo situado en un enclave estratégico de paso y comunicación costera entre Bueu y Cangas. La existencia de sarcófagos suevos en el otero adyacente hace pensar un posible uso militar con anterioridad, en los siglos V y VI. Muy cerca del pazo se encuentra la IGLESIA DE SAN CIBRÁN,  del siglo XIX, aunque se cree que fue construida sobre un antiguo templo. Constituye el mejor ejemplo de arte neoclásico del municipio. La fachada cuenta con una fornela que alberga la imagen de San Ciprián y una altiva torre de dos pisos con una balaustrada de una piedra en cada piso, copiada de la ex-colegiata de Cangas. En el atrio parroquial podemos admirar un hermoso mausoleo decimonónico bastante deteriorado, además del arranque de la impresionante muralla que delimita los antiguos dominios de los condes de Aldán. 

Playa de Aldán
Desde aquí nos dirigimos a visitar la playa, que estaba en bajamar, proporcionándonos unas maravillosas vistas de un mar en clama con una amplísima franja de fina arena. La Ría de Aldán constituye un caso singular en las Rías Baixas, al ser la única que rompe la orientación noreste-sudoeste del resto de rías: esta penetra en la Península de O Morrazo siguiendo la dirección norte-sur. Terminada la visita, nos dirigimos de nuevo al coche para recorrer los escasos dos kilómetros de acentuada pendiente que nos separaban de la parroquia de Hío donde íbamos a admirar su cruceiro y su iglesia de San Andrés. Llegamos a un pequeño aparcamiento situado al lado del cruceiro y de la iglesia donde dejamos el coche. Desde este punto, las vistas de la majestuosa ría de Aldán eran espectaculares, contrastando el azul añil del agua con el limpio azul del cielo.  

Cruceiro. Iglesia de S.Andrés
El CRUCEIRO DE HÍO está situado en la plaza de la iglesia de San Andrés, y a excepción de algunas tallas exentas, casi todo el crucero se elaboró con una sola pieza de granito. Está considerado uno de los cruceiros más importantes de Galicia. Su talla representa dramáticamente los momentos más significativos de la vida humana, desde la creación hasta la redención, de forma simbólica. La iconografía es barroca. El propio simbolismo de las figuras está discutido. Fue esculpido en 1872 por José Cerviño. Formalmente el Cruceiro de Hío esta dividido en las siguientes partes: en el basamento nos encontramos cuatro hornacinas en donde se representan tres pasajes bíblicos: el Pecado Original, Cristo Resucitado en el Limbo de los Justos y la Virgen del Carmen como intercesora de las almas del Purgatorio; en el fuste podemos contemplar la promesa de la Salvación donde se muestra a Adán y Eva con muestras de arrepentimiento; también vemos la figura de la Purísima Concepción con dos ángeles, uno aplastando la cabeza del dragón y al otro alejando al niño que el dragón quiere devorar. En la cruz apreciamos la  Crucifixión de Cristo y el Descendimiento. Al cada lado de la Cruz aparecen dos hombres con Magdalena, Nicodemus, Juan de Arimatea, San Juan, y la Virgen María. A los pies, la Dolorosa con dos mujeres de las cuales nos hablan los libros sagrados. Sin embargo, al cruceiro le han buscado un significado oculto relacionado con las logias
Cruceiro. Detalle
secretas cercanas a los canteros. Según Juan G. Atienza, en su “Guía de la España Mágica”, el cruceiro nos muestra en la parte superior a un hombre –ayuda a descender a Cristo– que lleva una rodilla desnuda, símbolo por antonomasia de la persona «iniciada»; la presencia de útiles de construcción en el cinto de dicho personaje iniciado –una escuadra y unas tenazas– típicas del simbolismo de Logias de Cantería; la presencia de la serpiente y del vestido hecho de laberintos que luce Eva; las dos escaleras tienen 7 escalones cada una, igual número que tiene la escalera ceremonial de diversos cultos, entre ellos los mitraicos –estas dos escaleras representan las vías de acceso al nivel del conocimiento–; o la presencia extraña de una  flor de cuatro pétalos en el tímpano de la portada de la Iglesia de San Andrés que mira hacia el cruceiro.

En la misma plaza en la que se alza el cruceiro podemos ver dos edificios muy interesantes. Por un lado, se encuentra la IGLESIA DE SAN ANDRÉS, básicamente románica aunque con variedad de estilos debido a las alteraciones y modificaciones que ha sufrido desde su construcción allá por el siglo XII. La portada, románica, está formada por dos arquivoltas ligeramente apuntadas, que cobijan un tímpano con una gran Cruz de San Andrés formada por lazos y a ambos lados figuras de niños sosteniendo instrumentos o un libro. Los fustes de las columnas son lisos con basas toscanas y los capiteles están decorados con elementos
San Andrés. Portada
vegetales. El interior no pudimos verlo pues la iglesia se hallaba cerrada. Por otro, destaca el edificio de la CASA RECTORAL, situado al otro lado de la carretera, frente a la iglesia y al cruceiro, un típico pazo gallego con fachada de granito y estructura en forma de L. Fue construido en el siglo XVIII por el arquitecto Ventura de Aldao. Lo más destacable de su fachada es su reloj de sol.

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