Aldán. Iglesia de San Cibrán |
miércoles, 25 de octubre de 2017
LA PARROQUIA DE ALDÁN Y EL CRUCEIRO DE HÍO
CAMBADOS, CAPITAL DEL ALBARIÑO
jueves, 12 de octubre de 2017
BÉRGAMO: MARAVILLA MEDIEVAL
miércoles, 11 de octubre de 2017
VERONA: INCREIBLEMENTE BELLA
martes, 10 de octubre de 2017
BOLONIA: CIUDAD DE LAS TORRES
lunes, 9 de octubre de 2017
VENECIA (2): SAN MARCO. SESTRIERE DE DORSODURO, PONTE DI RIALTO, GRAN CANAL
Nuestro segundo día en la ciudad se nos prometía muy interesante dada la cantidad de actividades y visitas que teníamos previsto llevar a cabo. No eran todavía las siete y media de la mañana cuando ya estábamos preparando con tranquilidad un contundente desayuno a base de té y café con leche, tostadas de aceite –todo un lujo en Venecia– y algo de fiambre que habíamos comprado la tarde anterior. Recogido el apartamento y cumplidas las obligaciones de higiene personal, antes de las nueve salimos a la calle donde algunas nubes blanquecinas enturbiaban un cielo azul que no amenazaba lluvia alguna. Ese día habíamos planificado subir al vaporetto y disfrutar de la fascinante perspectiva del Gran Canal y de todos los palacios y edificios nobles que conserva y muestra orgulloso a lo largo de todo su recorrido. Teníamos previsto bajarnos en la parada de la piazza de San Marco para visitar detenidamente el interior de la basílica que preside este increíble escenario, cuyo exterior habíamos recorrido detenidamente el día previo. No obstante, antes de subir al vaporetto, nos detuvimos para contemplar de cerca dos augustos edificios que estaban prácticamente al lado de nuestro apartamento. El primero era CA’ D’ORO, uno de los palacios con mejor presencia de la ciudad. Su fachada es probablemente la más sorprendente y trabajada de los palacios que se encuentran a orillas del Gran Canal. Su construcción comenzó a mediados del siglo XV, con un estilo gótico-renacentista. El edificio es también conocido como la Casa Dorada ya que en su origen algunas zonas de la fachada estuvieron decoradas con pan de oro, adornos que desgraciadamente se perdieron con el paso de los siglos. En la actualidad el mármol también le aporta una tonalidad brillante. Hoy el Palacio alberga la Galería Giorgio Franchetti, que ofrece al público que la visita una interesante colección de variadas obras de arte.
domingo, 8 de octubre de 2017
VENECIA (1): APARTAMENTO, SESTRIERES DE CANNAREGIO Y CASTELLO, PALAZZO DUCALE Y BASÍLICA Y PLAZA DE SAN MARCOS
Amaneció un día espléndido, con un cielo azul intenso que presagiaba una mañana propicia para el paseo, aunque nosotros ya no estaríamos en la ciudad. Nos levantamos muy temprano. Eran algo más de las seis y cuarto de la mañana cuando estábamos preparando el desayuno en nuestro apartamento de la vía Fabio Filzi de Milán. Recogimos los platos y tazas que habíamos utilizado para desayunar y, con todo el dolor de nuestro corazón, dejamos en el piso servilletas, azúcar y sal que habíamos comprado para nuestro uso personal, ya que el apartamento no contaba con ninguno de estos ingredientes y elementos de cocina necesarios y no podíamos llevarlos en el viaje que íbamos a emprender a Venecia para no cargar más las maletas. Éstas las habíamos recogido la noche anterior. Las llaves las dejamos en la mesa del comedor, tal y como habíamos acordado vía email con la dueña del apartamento. Salimos a la calle y nos encaminamos al bello edificio decimonónico que alberga la ESTACIÓN CENTRALE FS donde llegamos alrededor de las siete y media. Atravesamos el elegante vestíbulo y miramos los paneles informativos para confirmar el horario de salida de nuestro tren. Poco después nos dirigimos hacia las máquinas expendedoras de billetes a las que ya le habíamos tomado la medida, hecho que nos permitía comprar los billetes sin tener que dudar en el método a seguir. Así que compramos dos billetes con destino en la estación de Venecia-Santa Lucía por un total de noventa euros. El tren que cogimos era el equivalente al AVE español –cosa curiosa ya que no nos habíamos subido a un tren de estas características en España y lo íbamos a hacer en Italia–. La salida, según los billetes comprados, era a las 8:10 horas; sin embargo, los paneles informativos mostraban las ocho y cuarto como hora de salida. La llegada a Venecia estaba prevista para las 10:40 horas. Tanto la salida como la llegada fueron respetuosas con los horarios previstos. Un hecho llamó poderosamente nuestra atención durante el trayecto ferroviario entre las estaciones de Mestre –ciudad que se encuentra enclavada en tierra firme– y Santa Lucía, pues tanto a un lado como a otro de las ventanillas de nuestro vagón lo único que divisábamos era agua.