Tercer día de visita a la capital austriaca. El día amanecía soleado, con muy buena temperatura y sin pizca de viento que nos pudiera distorsionar como el día anterior. Nos levantamos antes de la ocho de la mañana para organizarnos y preparar el desayuno en el apartamento. Comimos con fruición las tostadas, el fiambre y el café con leche. Nos aseamos, preparamos los bolsos y de nuevo a la calle. Fuimos hasta la parada del tranvía y allí esperamos hasta que llegó. Hoy íbamos a empezar por el extremo contrario a donde estábamos alojados. Subimos al tranvía y nos bajamos en la parada de Hetzgasse para iniciar la visita de la HUNDERTWASSERHAUS. Eran algo menos de las nueve y media de la mañana cuando estábamos frente a ella. Pensábamos que íbamos a estar solos dada la hora de la visita. Nuestro gozo en un pozo. Había varios cientos de turistas chinos o coreanos, cada uno con su guía correspondiente y este con su paraguas en alto para mantener el grupo. No obstante, esperamos un rato y esta marabunta amarilla empezó a desaparecer poco a poco. La casa es un complejo residencial con un aspecto muy original construido entre 1983 y 1986 por Friedensreich Hundertwasser. Parece un colorido puzle, obra de un niño, en la que los suelos no son rectos, sino ondulados, y donde del interior de las habitaciones asoman ramas por las ventanas de árboles que crecen en el interior. En el exterior, todo son colores y formas fantasiosas que deleitan a los que la contemplan.
Desde aquí nos fuimos caminando hasta llegar a la KUNSTHAUS WIEN, museo del arquitecto y pintor vienés Hundertwasser, que compró esta antigua fábrica de muebles y la transformó completamente con su estilo característico. Ahora la adornan elementos irregulares de vidrio, metal, ladrillo, madera y azulejos de cerámica multicolores este edificio. Tiene unas columnas divertidísimas de cerámica variada y brillante, unos bolardos con forma de pene flácido que protegen el acerado, una cafetería preciosa similar al estilo de toda la construcción, y muchas cosas más. Aquí ya había bastante menos turistas que en la anterior casa que habíamos visitado y pudimos entretenernos más en hacer fotos y disfrutar de los distintos rincones que ofrecía este museo. Después nos desplazamos hasta la parada del tranvía Radetzkyplatz donde subimos para bajarnos tras varias paradas en Börse para contemplar la Ringturm o Torre del Anillo. El edificio es sede de negocios, espacio de exposiciones, indicador de tiempo, decoración de Navidad... todo en un bloque de oficinas en lugar de aspecto inocente. Coronando el edificio hay un mástil con luz que es un excelente indicador de tiempo, ya que está conectado a la estación meteorológica principal de Viena. Dependiendo del color que muestre, hace una previsión del tiempo. Así, por ejemplo, que descienden luces rojas indican cada vez más frío, que parpadean luces blancas es una advertencia de nieve/hielo, etc. Además, sobre las fachadas del edificio se hacen proyecciones acordes con las distintas efemérides del año. Cuando lo vimos nosotros proyectaba en tonos azulados una especie de montaña muy alta de nieve por la que ascendía un autobús rojo. Seguimos caminando y a los pocos metros nos encontramos con el edificio sede de la WIENER BÖRSE o Bolsa de Viena hasta 1998. Desde aquí nos trasladamos hasta ROSSAUER KASSERNE o Cuarteles de Rossau, actual sede del Ministerio de Defensa de Austria. Se construyeron inicialmente como acuartelamiento en 1848, fundamentalmente para proteger el interior de la ciudad. Es un enorme edificio de ladrillo rojo que ha tenido usos variados: se ha utilizado como apartamentos para personas sin hogar, fue parte de un garaje y parte de un museo para un renombrado regimiento de infantería austríaca. Muy cerca de aquí, en la calle Berggasse visitamos el SIGMUND FREUD MUSEUM, casa donde vivió el creador del psicoanálisis y su familia. En él se puede disfrutar de una gran colección de documentos históricos sobre el trabajo de este famoso psicoanalista, incluido su propio consultorio para atender a sus pacientes. Visitado este museo, nos dirigimos de nuevo hacia el anillo donde se concentran la mayor parte de los monumentos de la ciudad para encontrarnos con la VOTIVKIRCHE, llamada también Iglesia Votiva. Es una de las construcciones sacras de estilo neogótico más importantes del mundo. Una de sus principales características exteriores son sus dos torres gemelas de 99 metros en forma de aguja. Fue construida en el mismo lugar en que el emperador Francisco José sufrió un atentado. Es un templo lleno de luz que penetra a través de sus enormes vidrieras. Llama la atención la existencia de un altar de la Virgen de Guadalupe, construido en honor a Maximiliano, emperador mejicano y hermano del emperador austriaco. En dicho altar destaca la "Vela Bárbara" que, con sus cuatro metros de altura, tres de ancho y un peso de 264 kilos, se dice podría durar cien años encendida. Volviendo de nuevo al centro, lo primero que nos encontramos fue el magnífico edificio de la UNIVERSITÄT WIEN, construido a mediados del siglo XIX. Justo al lado de esta vimos el RATHAUS o actual Ayuntamiento de la ciudad. Es el edificio civil neogótico más importante de Viena. La fachada principal del Ayuntamiento presenta cinco torres; de ellas, la central, una torre de aguja de más de 100 metros de altura, está rematada por una estatua de 3,5 metros de altura, el RATHAUSMANN, caballero con armadura que porta un estandarte, y que se ha convertido en uno de los símbolos vieneses. También en la fachada cabe señalar la logia, de gran altura, donde destaca la curvatura de los balcones y la delicada tracería. La pena fue que estaban levantando un escenario justo en la explanada que se abre delante del Ayuntamiento y este impedía ver gran parte del edificio. Enfrente de esta construcción municipal se alzaba el BURGTHEATER o Teatro Nacional. E uno de los edificios más importantes de la ciudad tanto por su arquitectura como por su historia. En su fachada se encuentran los bustos de escritores famosos como Shakespeare, Calderón de la Barca, Goethe o Schiller. Dentro, pinturas, esculturas y frescos de Klimt lo inundan todo, junto con retratos de actores famosos y una moqueta roja que cubre todo el suelo. Continuamos andando por la avenida para encontrarnos casi en la esquina del Parlamento la ESTATUA DE KARL RENNER, presidente de Austria tras la finalización de la II Guerra Mundial. En la esquina siguiente, el soberbio edificio del PARLAMENT austriaco, diseñado en estilo historicista, con la intención de que su construcción recordara a la antigua Grecia como cuna de la democracia. El edificio cuenta con dos grandes salas de sesiones unidas por un gran pórtico central; una de ellas es la sede del Consejo Nacional y la otra es ocupada por el Consejo Federal. Precede al edificio una gran escultura de Palas Atenea. Visto el Parlamento cruzamos enfrente para pasear por el VOLKSGARTEN, el parque del pueblo, en alemán. Es uno de los parques más frecuentados de la ciudad y bien que merece la una visita al mismo. Se inauguró a comienzos del siglo XIX. Es de estilo francés, buscando siempre la simetría. Abundan los jardines de rosas acompañados de numerosas y variadas fuentes y estatuas. Sin embargo, su construcción más importante es Templo de Teseo, una réplica del templo griego de Hephaestos situado en medio del parque. Cuando lo visitamos en su interior lucía majestuosa una escultura hecha a base de grandes bolas de mármol de la artista Kathleen Ryan. Después de descansar un rato y beber un poco de agua terminamos de atravesar el parte para acercarnos a la MINORITENKIRCHE o Iglesia de Marina de las Nieves. Es una iglesia de estilo gótico francés de la cual se dice que es la iglesia de los italianos, construida y destruida varias veces a lo largo de los siglos. Eran más de las dos y cuarto de la tarde y emprendimos camino de regreso a Stephansplatz y desde allí nos dirigimos a la parada de tranvía que nos llevaría al apartamento. Pero antes pasamos por un SUPERMERCADO SPAR, que estaba en la esquina siguiente al súper Billa que habíamos visitado el día anterior. Allí compramos lo que nos faltaba para almorzar en el piso y para poder cenar cuando volviéramos del paseo vespertino. Después de comer, nos vino de maravilla poder echarnos una buena siesta de la que nos levantamos listos para salir de nuevo a la calle.
Vuelta a repetir la rutina de los últimos días: ir a la parada del tranvía, esperar su llegada, subirse en él y bajarse en el centro. Descendimos en la parada de la Ópera y desde allí nos dirigimos hacia la FREYUNGPLATS. Su nombre (del alemán frei, 'libre') deriva del derecho de asilo concedido en la Edad Media a los monjes de la SCHOTTENKIRCHE o Iglesia Escocesa, que se encuentra en esta plaza, en cuyo centro está la AUSTRIABRUNNEN, con cuatro figuras que simbolizan los principales ríos de los dominios de los Habsburgo, Danubio, Vístula, Po y Elba. Toda la plaza está rodeada de bellos palacios: el Palais Ferstel -el más bonito de todos para nuestro gusto con su recibidor con una preciosa fuente-, el Palais Harrach, el Palais Porcia, o el Palais Kinsky son algunos de ellos. Continuamos callejeando hasta llegar a AM HOF SQUARE, que es el mayor espacio abierto en el interior de la ciudad, ocupado hoy en día por los puestos del mercado de venta de artesanía, libros y antigüedades. La parte central está ocupada por una columna mariana, COLUMNA DE MARÍA. En esta plaza también se encuentra la enorme y barroca IGLESIA HOF AM. A muy pocos metros de aquí vimos la JUDENPLATZ o Plaza de los Judíos. Este es un lugar único al reunir en un mismo espacio el monumento conmemorativo del holocausto, las excavaciones de la sinagoga medieval y el museo dedicado al judaísmo. El centro de la plaza lo preside MONUMENTO A SCHOA, que recoge en unos azulejos colocados alrededor del mausoleo los nombres de los lugares en los que se asesinaron a los judíos austriacos durante el dominio nacionalsocialista. Saliendo de la plaza por la calle Fütterergasse se llega al ALTES RATHAUS o Ayuntamiento Viejo, que estuvo en funcionamiento hasta finales del siglo XIX. Su actual fachada barroca presenta dos portadas gemelas con columnas decoradas por estatuas. Giramos a nuestra derecha para llegar de nuevo al HOHERMARKT y su famoso reloj Anker. Oímos otra vez sonar sus campanas y disfrutamos del espectáculo. Pasamos por debajo del arco del reloj y nos dirigimos a la IGLESIA MARIA AM GESTADE, uno de los monumentos más antiguos de la ciudad, de estilo gótico, con inmensas vidrieras en el coro y torre de cincuenta y seis metros de alto. Tomamos de nuevo la calle Tuchlauben y llegamos a la PETERKIRCHE o Iglesia de San Pedro, inspirada en la basílica del mismo nombre de Roma. El interior de la iglesia es uno de los más recargados de la ciudad, repleto de estatuas y una ostentosa decoración basada en detalles dorados. Cuando salimos de la iglesia eran casi las ocho y media y con esta visita habíamos terminado las visitas planificadas para la jornada que acababa de finalizar. Estábamos cansados a pesar de haber echado la siesta porque ya llevábamos una semana de ajetreo entre Budapest y Viena. Por eso decidimos coger de nuevo el tranvía y volver al apartamento porque esta noche teníamos que empezar a preparar las maletas para el viaje previsto al día siguiente. Llegamos y nos dimos una relajante ducha que nos hizo mucho bien. Abrimos unas cervezas que teníamos en el frigorífico y picoteamos algo con ellas. Después cenamos tranquilamente y nos dispusimos a ver un rato la televisión española en la tablet. Al rato nos fuimos a la cama.
No hay comentarios:
Publicar un comentario