Vista general de la ciudad |
Tui es una tranquila ciudad encantadora, con un casco histórico –y no tan histórico– amable, apacible y silencioso, aunque algunas de sus numerosas callejuelas alcancen fuertes pendientes en busca de su ansiado encuentro con el río Miño que discurre lentamente a sus pies camino de su tranquila desembocadura. Es una ciudad que ya habíamos visto prácticamente en su totalidad en anteriores visitas, pero que la puesta en marcha de una nueva ruta judía de la ciudad nos animó a volver a pisar sus piedras. A este viaje se apuntó mi hijo Víctor, que quiso recordar su casi olvidada querencia a conocer las viejas historias de las piedras que pueblan las ciudades y nos cuentan con todo lujo de detalle su vida pasada, unas veces tranquila y apacible y otras convulsa y agitada.