jueves, 22 de febrero de 2018

SEVILLA, CIUDAD ETERNA DE BELLEZA INFINITA

Llevábamos ya tiempo queriendo repasar la ciudad de Sevilla pues hacía bastantes años que no habíamos vuelto a visitarla. Y mira por dónde, hablando con nuestros amigos Enrique y Luisina de que teníamos pensado hacer este viaje, rápidamente se apuntaron ellos también. Pensamos que una visita de tres días -dos noches de apartamento- serían suficientes, aunque con Sevilla ya se sabe: nunca es bastante. Decidimos que la visita se realizara entre los días veinte y veintidós de febrero, de martes a jueves. Entramos en la aplicación AIRB&B y comenzamos la búsqueda de un apartamento céntrico que se adaptara a nuestras exigencias, fundamentalmente que tuviera una plaza de aparcamiento para poder olvidarnos del coche durante unos días y utilizar, en caso de que fuera necesario, el transporte público. Tras varios días de visitar la web para seleccionar aquellos apartamentos que nos pudieran interesar, nos decantamos por un apartamento sito en la calle San Vicente, que constaba de dos dormitorios de matrimonio, dos cuartos de baño, un salón y una pequeña cocina que nos vendría perfecta para realizar los desayunos y las cenas. Y lo más importante, aparcamiento para el vehículo. El precio marcado era de 241 euros por las dos noches. Una vez reservado el apartamento, nos pusimos en contacto con Pepe, uno de sus dueños. Pepe era la amabilidad andando, siempre pendiente de los pequeños detalles que pudieran facilitar y mejorar nuestra visita a la ciudad.