Esta Semana Santa han estado pasando
unos días en el apartamento que tenemos en La Carihuela nuestros amigos Paqui y
Cándido. Y en una de esas mañanas que no teníamos nada previsto, propuse una
visita al Castillo de Colomares, pegado
a Benalmádena Pueblo, que ellos no conocían, y que se encontraba relativamente
cerca de nuestro domicilio. Así que, pertrechados con nuestros móviles y palos
selfie, subimos al coche y en poco más de diez minutos ascendíamos las fuertes
pendientes que subían desde la costa hasta la altura en que se encontraba
nuestro destino.